César Castillo / El sentir de Coahuila
Intoxicado por sus
pensamientos megalómanos, el estreñido mental que gobierna Coahuila planea y ejecuta
políticas sociales que nunca consultó a sus gobernados y restringe sus
libertades.
Egocéntrico, va por la vida y por la geografía estatal
pensando que sus ideas, opiniones e intereses, son más importantes que las de
los demás. Se siente superior e infinitamente más culto que el resto de los
mortales. Le molestan los reporteros que le repiten una pregunta. Él cree que todo lo sabe, él aplica políticas restrictivas, él
dispone, él impone.
En Coahuila hay que dormirse temprano, no se puede comprar
una botella de tequila ni una cerveza después de las diez de la noche, el
estreñido egocéntrico mantiene y aplica
políticas restrictivas no sólo en ese sino en muchos ámbitos más.
Su estreñimiento cobra venganzas personales y alcanza las corridas de toros que ya sean fiesta,
celebración o barbarie es decisión suya y mía estimado lector asistir a ellas.
Joder y limitar la libre acción es su deporte favorito.
Amargado tal vez por el cáncer que le consume, camina por la vida evitando que los demás se emborrachen fuera de
horario y tengan esparcimiento como se les pegue la gana.
¿A Usted le gusta apostar?
Eso no es de Dios dirían tal vez las abuelitas de antes y de ahora, pero también
para Rubén eso es malo y decidió sin consultar a nadie, que había que correr a
los casinos de Coahuila y evitar así que Usted y yo termináramos convertidos
en unos ludópatas sin remedio.
Socialista corto de miras, el estreñido mental, cerró
programas sociales que por primera vez daban un alivio real a la
población. Ahora los niños tienen que
traer literalmente los zapatos rotos para que el gobierno más-mejor les de un par nuevo aunque sea corrientito y barato.
El suéter escolar debe quedarles como camisa de fuerza para que les den uno de talla mayor y en un descuido
querrá que le llevemos el condón usado la noche anterior para autorizar el
uso de uno nuevo para mañana.
En el año 2011 mientras anduvo en campaña engaño a la
población con su más-mejor, y una vez que ganó la elección, secretamente por órdenes suyas se cerraron y
cancelaron los programas sociales implementados por el gobierno anterior. Lanzó
a la calle a los niños con parálisis cerebral que por primera vez
tenían acceso a guarderías especiales exclusivamente para ellos.
Cortó el suministro
de agua purificada, las medicinas y las consultas gratuitas DE LA GENTE. Y con
el pretexto del pago de la deuda ha logrado escurrirse en la opinión pública
estatal y nacional como un gobernador que hace las cosas bien y que no ha
tocado un centavo. Sólo él se lo cree.
Su naturaleza es represora y es el autor del fratricidio
político más vergonzoso de la historia de México. Para alcanzar el poder se
valió de la estructura formada por su hermano y una vez alcanzado, lo condenó al ostracismo y al desprestigio. Con el pretexto simplista de
que es su turno para gobernar, arribó al poder liquidando al humbertismo diseminado
por todas las dependencias gubernamentales, practicando una represión feroz
despidió a todo aquél que representara una amenaza para su gobierno e ideología
socialista. Marginó a los más cercanos a Humberto Moreira y decidió no difundir
la obra de su antecesor, así pues suprimió toda posibilidad de dar a conocer el
destino de la deuda hartamente perseguida por todos los panistas cobardes de poca monta
que subidos en el tren de la demagogia gritaron por todos lados que la deuda
había sido excesiva y el dinero derrochado.
Rubén el estreñido mental guardó un ominoso silencio que
emproblemo a su hermano hasta su reciente encarcelamiento en España y deliberadamente
permitió la persecución que a la fecha no ha terminado y no ha querido, por sus huevos, difundir a nivel nacional la obra social implementada por el gobierno de la gente. Sabe que con
este silencio aniquila a su mecenas, a su hermano quien sin condiciones le
pavimentó el camino para que el electorado creyera en su proyecto y frase cursi de Más
(Moreira) Mejor (Coahuila).